"Se ve la guerra como expresión violenta del finaL. y toda guerra es un proceso prolongado, el de agitar a las masas, para que se concienticen, organizar y acumular fuerzaS. la guerra -lo que se entiende por ella- parece lejanA. es incómodo tomar conciencia cabal de que vivimos en guerra, que cada paso en la determinación de los pueblos recrudece el enfrentamientO. el enemigo no da tregua, cada niño que muere de hambre o de enfermedad es una baja en la vida del pueblo, cada preso un rehén, cada desocupado un guerrero sin arma, cada enfermo un herido, cada escéptico un desertor, cada consumista un traidor, cada hombre que malgastaba su vida haciendo enriquecer a otro sin poder desarrollar sus capacidades innatas es un daño colateral, nos educaron para obedecer y temer, la batalla se presenta sin trincheras, sin rivales visibles, los muertos no tuvieron posibilidad de defenderse, la mayoría de los vivos cree en la justicia del tribunal enemigo, el miedo actúa como arma química, basta encender la pantalla o comprar un diario para leer los comunicados del que ataca. es una cacería, no un combate"

Guillermo de Posfáy

Cancion sin nombre, blues sin acordes.. de este amor sin hombre.

Phillips Morris gastados,
cenizeros llenos de cenizas viejas.
Besos lejos de mi.
Un par de I love You cansados
de no salir de mi boca.
Ganas de ser lo que soy.
Y es que sino soy yo,
¿quien se va a animar?.

Suenan pianos en las voces
de los que cantan guitarras.
Yo podria cantar mejor
pero no soy de afinar.
Sera que nunca aprendi
mientras bailo a caminar.

Matesitos lavados
llenos de yerba seca.
Te fuiste cuando te los servi.
Un par de besos se asoman
a la entrada de mi boca,
pero no pueden salir.
Ganas tienen de huir.
y es que si no se van,
¿quien los va a recojer?.

Suenan pianos en las voces
de los que cantan guitarras.
Yo podria cantar mejor
pero no soy de afinar.
Sera que nunca aprendi
mientras bailo a caminar.

Y en mi voz suena este blues
que ya no quiere cantar.
Pobrecita mi cancion
huerfana  llora por su nombre.
Este blues sin acordes
va del solfeo a rasguear
su corazon sin dueño, sin hombre.