Quien podra ver en mis ojos parte de la niña brillando a través de ellos...
No tuve tiempo de despedirla,
la mujer llego muy prematuramente a mis días.
Esos días en los que todavía anhelaba
seguir tocando el cielo...
Que sencillo que era,
tan poca distancia había entre mis manos
y el, tan cerca estaba. Todo alli parecía claro y seguro,
grande e interminable, eterno, sin fin...
Pero ese fin llego para mi cielo y antes de que pudiera
tocarlo muchas veces mas,
todo se volvió gris como las rejas de las jaulas de los presos,
todo cotidiano y sin emoción...
El sol cada vez se empezó a sentir mas lejos;
ya no cegaba porque no estaba tan cerca de mis ojos,
ya no calentaba, se volvió tibio..
Las nubes lograron envolverlo,
las estrellas empezaron a apagarse,
la luna dejo de contestarme
para convertirse en un objeto mas,
en parte de la escenografía
de una obra de teatro, que cuando
termina deja de tener vida
y movimiento.
Empezó a ser lo mismo la tierra
que el semento.
Quien podrá ver a la niña
pidiendo a gritos que no la olviden...
Quien podrá derrumbar el escudo de esa mujer
en que la que me estoy convirtiendo...
Quien podrá hacer que vuelva a comenzar todo
desde donde en su momento tenia que haber seguido...
Quien podrá hacer que vuelvan las luces sobre el escenario,
que cobre vida el decorado..
Que pueda volver a tocar lo infinito...
Que no sea un cielo artificial...
Que sus colores no se borren con el agua
que cae de mis ojos...
Que mis lágrimas sean de felicidad...
Estas ganas son lo único infinito que hasta ahora conocí, ellas
mantienen con vida a la niña...
Aveces la hacen mas fuerte, aveces la debilitan,
pero nunca la matan...
Por eso son mi infinito,
son mi única esperanza de que hay esperanza
para mi de volver a reír para siempre
en dos horas...
